sábado, 7 de noviembre de 2009

Sueño III



Hoy no tengo muchas ganas de soñar.
Hoy hay una estrella más en el cielo y una buena persona menos en el mundo.

Hacía meses que llevaba enfermo pero nunca pensamos que se acabase muriendo.
Maldito Cáncer, maldita palabra que no respeta a nadie, ni a las personas jovenes, honestas y cojonudas como él.

Me ponen enfermo los velatorios y los ritos funerarios en general.
Me estresa y no se que decir. Hoy delante de su ataud cubierto de flores quise llorar. Pero no pude, fui incapaz y tuve que marcharme avergonzado de mi insensibilidad y mi incapacidad para manifestar y demostrar mis sentimientos.

Como siempre las lagrimas no asomaron a mis ojos.
Es como si mi corazón mandase unas ordenes al cerebro y este no fuese capaz de ordenar a mis ojos que se desahogasen en lágrimas.

Va por ti amigo. Que descanses en paz después del calvario que supuso para ti y toda tu familia, tu esposa y tus padres tu enfermedad. Maldita enfermedad.

Tu siempre dijiste que no la dejarias que pudiese contigo pero es un enemigo demasiado poderoso al que es difícil derrotar. Te vencio el puto cáncer. Solo tenias 36 años y eras un tío cojonudo.


Hasta siempre, David.

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